sábado, 2 de junio de 2012

Inseguridades


La gente que me conoce siempre me dice que parezco una persona muy segura, con las ideas muy claras y decidida . . . aunque yo no estoy muy de acuerdo con ello, creo que dista un poco de la realidad. 

Los que me conocen de verdad, saben que en verdad muchas veces eso es apariencia, para no hacerme daño, para parecer fuerte y tapar un poco mis debilidades, que por otro lado son . . . dejemosló en algunas. 

Y una de mis inseguridades más grandes creo que es mi necesidad de ser sincera y ese "sí, pero no" de alguna gente que me rodea y sobretodo, me ha rodeado en otros tiempos. Esto, creo que tú, amiga que estas tras la puerta, lo entiendes, lo hemos hablado ya algunas veces, pero lo aclararé para todos aquellos que se han quedado ahora con cara de pasmarote.

Mi necesidad de ser sincera se basa en tener que decir siempre lo que siento, lo que me quema por dentro, no puedo estar callada, es como si algo se apoderase de mi voz y al final siempre sale todo aquello que pensé y sentí. Es algo más fuerte que yo, y no depende de tener fuerza de voluntad y controlarlo. Puedo tardar más o puedo tardar menos, pero al final siempre sale de mí todo lo que pienso y siento. Es que además si no lo hago se me enquista en el corazón y me hace mucho daño, por lo que siempre siento la necesidad de sacarlo. Qizás es esto un poco sincericida (ser sincero y ser suicida ¿no?), como tú me explicas amiga, decir las cosas demasiado claras acarrea un riesgo que inevitablemente hay que correr. Pero mi sinceridad no solo se trata de decir todo lo que me haya podido hacer daño, también se trata de decir todo aquello que me hace sentir bien, todo aquello que temo, todo aquello que me gustaría . . . 

Entonces es ahora cuando llega la parte chunga del tema: no todas las personas aceptan igual que alguien pueda ser completamente sincera contigo. Y es entonces cuando viene ese "sí, pero no". El sí pero no es cuando alguien te dice sí sí, yo quiero que seas sincera, yo soy tu amigo, yo estaré siempre, tú eres importante para mí, yo valoro mucho tu sinceridad,  . . . y mil cosas más parecidas, pero en realidad, luego te das cuenta de que la actitud cambia en cuanto que has sido sincera, y en verdad en donde dije digo, digo diego. Y ahora una vez pasado el "sí", llega el "no". Pero la negación no te la dice nadie directamente, lo peor es que te vas dando cuenta de que "no", con los actos de la otra persona. Vas viendo que se alejan, que no te contestan cuando llamas o escribes, que no te tratan como antes de ser sincera y que poco a poco vas perdiendo a esa persona que en verdad es importante para ti.

Claro, todo esto tiene una consecuencia: que lo que podia parecer en un principio muy bueno (ser sincera con la persona que te importa ya sea pareja, sea amigo o lo que sea) se va convirtiendo poco a poco en algo a lo que le tienes miedo. Y entonces, empiezas a tenerte miedo a ti misma y a esa necesidad de expresarte con claridad, porque la experiencia te dice "no lo hagas, porque inmediatamente después la otra persona cambia y la pierdes". Con la tristeza acostumbrada de otros tiempos . . . sientes miedo . . .

Ya he tenido varias experiencias asi, y os digo, que se pasa mal. Porque te sientes culpable, acabas haciéndote responsable de que el otro se vaya. Al final siempre piensas la culpa es mia, por hablar tan claro.

¿Y si yo no fuese asi? nunca le diria que me importan a las personas que realmente me importan, o te quiero a las personas que les tengo cariño, o nunca expresaria mis deseos y necesidades, o nunca diria algo que me haya molestado y me duele . . . 

¿Y se puede vivir callado? 

Yo no lo sé, solo puedo decir que a veces siento miedo de callar, pero también siento miedo de hablar.



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